Llamados por el Señor a enseñar Su palabra
Efesios 4:11-13, dice: "Y él (Jesús) dio unos, apóstoles; y otros, profetas; y otros, evangelistas; y otros, pastores y maestros; con el fin de perfeccionar a los santos en la obra del ministerio, para edificación del cuerpo del Cristo; hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, en varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo".
Si estás considerando involucrarte en la enseñanza de la palabra de Dios, según se describe en Efesios, las siguientes 8 preguntas te ayudarán a descubrir si tienes la vocación para asumir una función tan importante, sabiendo que tu llamado viene directamente del Señor Jesucristo, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio.
1. ¿Soy diligente y estudio la palabra de Dios?
Aquellos que son llamados por el Señor a enseñar Su palabra, tienden a ser muy estudiosos de las Sagradas Escrituras. Ellos leen permanentemente la palabra de Dios (la biblia), acompañando su estudio con mucha oración, pidiendo al Espíritu Santo la guía y la iluminación de Su palabra, para alcanzar un mayor y más profundo entendimiento. Generalmente dedican mucho tiempo a la investigación, buscando libros, artículos, audios o videos de enseñanza que se ajusten a la sana doctrina, al tiempo que desechan inmediatamente cualquier material sospechoso que no contenga un sólido fundamento bíblico.
2. ¿Disfruto investigando las verdades bíblicas?
Aquellos que son llamados por el Señor a enseñar Su palabra, no asumen cualquier verdad bíblica que hayan escuchado, sin antes investigar personalmente las Escrituras. Saben que si dicha verdad es realmente bíblica, el Espíritu Santo lo confirmará con las mismas Escrituras. Oir la voz de Dios confirmando una verdad bíblica por medio de Su palabra, es lo que más disfrutan durante su investigación, y lo asumen como un regalo de Dios.
3. ¿Estoy ansioso por compartir mis descubrimientos con otros?
Aquellos que son llamados por el Señor a enseñar Su palabra, tienden a querer compartir casi inmediatamente la verdad que han descubierto en su estudio de las Escrituras. Aunque por experiencia personal saben que tal vez nadie o muy pocos entiendan plenamente el significado de lo que han aprendido, aún así, no pierden la esperanza de que otros puedan ser bendecidos también con su hallazgo. Los medios sociales, como facebook, whatsapp, y otros, suelen ser los canales más frecuentemente utilizados por su inmediatez en la comunicación, lo cual alivia –al menos momentáneamente– la carga espiritual que produce el hecho de ser el portador de una verdad revelada por el Espíritu.
4. ¿Acudo a las Escrituras para buscar solución a los problemas?
Aquellos que son llamados por el Señor a enseñar Su palabra, utilizan la misma palabra como fuente de sabiduría y consejo para cualquier adversidad que pueda surgir en su vida personal. La diferencia entre un profesor y un maestro, es que este último no enseña una materia, sino que aplica a su propia vida los mismos principios que enseña, como una forma de poner a prueba la efectividad de las Escrituras, a fin de crecer espiritualmente como hijo o hija de Dios y madurar en el conocimiento de Su palabra.
5. ¿Me interesa que la palabra de Dios sea dada a conocer siempre?
Aquellos que son llamados por el Señor a enseñar Su palabra, luchan constantemente con su propio espíritu crítico. Tienen celo por la verdad. Suelen quejarse y lamentarse profundamente cada vez que ven o escuchan algo que claramente se aleja de la palabra de Dios. El celo por la verdad de la palabra es tal, que la mayoría de las veces, al presenciar el error, lo toman a nivel personal, y su reacción es casi siempre mal interpretada por los que no logran discernir lo que ellos están viendo. Sin embargo, con el tiempo, logran alcanzar una madurez que les permite actuar con una sabiduría que solo Dios, por medio de su Espíritu, puede dar.
6. ¿Estoy discerniendo acerca de dónde obtengo la información?
Aquellos que son llamados por el Señor a enseñar Su palabra, no adoptan ningún material sin antes averiguar el origen del mismo. Son muy conscientes de la cantidad de errores doctrinales que pululan dentro y fuera de las congregaciones sin ningún control. Sin embargo, eso no quita que en algunos casos, el análisis del material sea realizado, aún sabiendo que contiene errores de interpretación, a fin de conocer las bases bíblicas utilizadas y saber cómo responder en determinadas circunstancias, como por ejemplo, el error doctrinal respecto a que "Jesús no murió por todo el mundo, sino por un grupo selecto de elegidos", como algunas iglesias protestantes, equivocadamente, tratan de imponer en la Iglesia del Señor.
7. ¿Quiero ver a otros ser salvados o crecer en la fe cristiana?
Aquellos que son llamados por el Señor a enseñar Su palabra, sueñan con ver a otras personas enamoradas de la palabra de Dios, como ellos mismos están. Oran y buscan una oportunidad para que las promesas de la biblia que él mismo enseña, se hagan realidad en la vida de sus familiares, amigos o vecinos. En tiempo y fuera de tiempo, anuncian a Jesucristo a los que aún no han creído, y ayudan a entender las verdades de la palabra de Dios a los creyentes que demuestran tener dudas en algún aspecto de la fe.
8. ¿Me interesa el grupo de personas de una edad en particular y en cómo ellos pudieran aprenden mejor la palabra de Dios?
Aquellos que son llamados por el Señor a enseñar Su palabra, también son llamados a servir a un grupo específico de personas, ya sea dentro de una edad determinada, o no. Su compromiso en el ministerio, no nace necesariamente de su inclinación natural por ese grupo de edades, sino por obediencia al llamado. Por ejemplo, hay maestros que se han dedicado al ministerio de niños, sin haberlo nunca siquiera imaginado. Saben que cuando Dios llama, aunque carezcan de la experiencia necesaria, la victoria está asegurada por medio de su obediencia a Él.
Alex Valdovinos